jueves, 23 de agosto de 2012

La Educación Prohibida

"La educación no termina nunca."
 
Así es. Nunca, nunca, nunca. Y a mí es un tema que cada vez me atrapa más. Y después de ver este documental, ni te cuento.
 
La Educación Prohibida es un proyecto financiado de forma colectiva, que pretende dar unas vueltas a la forma de entender la educación, poner sobre la mesa ciertas cuestiones que deberían revisarse y visibilizar propuestas alternativas.

La investigación incluye más de 90 entrevistas y 45 experiencias educativas en 8 países.
La película intercala una historia de ficción con extractos de las entrevistas realizadas, fragmentos expositivos con ilustraciones y citas. Tiene licencia abierta, y se alienta su difusión libre y gratuita.
 
Éste es el trailer:

 

¿Que si tiene un punto de utopía? Sí, claro. Pero... ¿qué es la utopía? Según Galeano, un buen punto hacia el que ir caminando, algo que nos mantiene en movimiento. Y, de todas formas, al final lo que la peli reivindica es la LEGITIMACIÓN DE LA ALTERNATIVA. Algo tremendamente importante en todos los ámbitos de la vida. Validar otras propuestas. "No hay que obligar la libertad, pero sí hay que habilitar espacios para ella, de manera que sea legítima." En el documental se dice expresamente que NO HAY UNA EDUCACIÓN PERFECTA, pero que "necesitamos que sus ideas y prácticas salgan a la luz" para poder "construir un nuevo paradigma educativo".
Desde que la vi, he estado intentando dar forma al popurrí de ideas que se apelotonan en mi cabeza, y ahora intentaré exponerlas de la manera más clara posible. Es un repaso del docu que no pretende ser exhaustivo, ni sistemático; sino sólo plantear los puntos más interesantes (los que yo he considerado como tal, se entiende). Es una peli rica: 2 horas largas de metraje dan para mucho. Estoy segura de que lo que yo he entresacado puede diferir de lo que extraiga otro. Así que, sobre todo, lo que recomiendo es verla.

COSAS A LAS QUE HABRÍA QUE DAR UN PAR DE VUELTAS:

·      El aburrimiento: aniquilando la capacidad de aprender. Hay una escena reincidente en la peli: un recorrido por los pupitres de un aula mostrando a unos niños a cual más turrado y adormilado, hasta detenerse en un rostro de la primera fila que abre los ojos y mira fijamente a cámara...
No siempre ha sido mi caso, pero... ¿cuántas veces habré experimentado esa sensación de profundo aburrimiento en el colegio y, sobre todo, en la uni? Muchas, muchas veces. Lo peor es que llegué a aceptarlo como algo connatural al hecho de estar en clase. Eso es muy triste. Darme cuenta, finalmente, de lo absurdo de ello acabó por generarme un cabreo monumental. Me gustó que el docu diera tanta importancia a este asunto.
 
Interesante también cómo plantea que, en realidad, no es necesario forzar el aprendizaje porque "no es mérito del ser humano aprender. No se puede no aprender". El ser humano nace con esa capacidad. Pero nos las arreglamos para extirparla. ¿Cuántas personas terminan su educación obligatoria aborreciendo el estudio y el aprendizaje? ¿Y cómo podemos ser tan burros de considerarlo algo normal?

·      ¡Lo que hay que saber! ¿Quién decide lo que tenemos o no tenemos que aprender a lo largo de nuestra escolarización? ¿Por qué he estudiado esas materias y no otras? ¿Por qué he estudiado materias, en realidad? ¿Dónde quedaron las aptitudes, las habilidades? Entender que el sistema educativo en el que me he formado ha dado preeminencia a los conocimientos teóricos sobre el desarrollo de competencias y el fomento de la creatividad no supone mucho esfuerzo. Tampoco resulta muy chocante constatar que determinadas áreas del saber han sido favorecidas en detrimento de otras. Lo verdaderamente sorprendente es darse cuenta de que esa circunstancia no es un decreto divino inamovible. Que podemos (que debemos, de hecho) plantearnos si queremos aprender otras cosas. Que debemos preguntarnos por las personas que están detrás del diseño del currículo, y cuestionar su obligatoriedad. Un currículo que está tan desvinculado de la realidad, que queda desfasado con tanta rapidez, que se centra en un conocimiento parcializado... en fin, suena definitivamente mejorable.
 
·      Todos iguales. Llevé uniforme al colegio hasta que tuve 16 años. Nunca me preocupó mucho llevar la misma falda y el mismo jersey que mis compañeras, y le encontraba ventajas al hecho de tener decidido de antemano el atuendo que llevar puesto cada día. En cambio, me mosqueé cuando nos impusieron un chándal "reglamentario" para las clases de educación física. Cuando nos dijeron que llevar diademas llamativas o abrigos rojos no era "adecuado". Recuerdo que una amiga fue una vez a clase con una camiseta de Petronor en vez de con la camisa o el niki clásico. Tuvo llamada de atención, como era previsible. Y eso que era una camiseta blanca. Nos reímos de su indignación. "Pero tía, ¿cómo se te ocurre?", le dijimos. ¿Cómo se le ocurrió desentonar así, pordiossss? En fin, he oído tantas veces el clásico argumento pro-uniforme escolar que lo erige como un instrumento de eliminación de diferencias sociales que me han sangrado los oídos. No me lo trago. Primero, porque la faldita gris y el niki blanco son incapaces de camuflar la realidad. Segundo, porque me parece muy triste atajar el problema mediante una norma de vestuario.
Al final, el uniforme escolar es sólo eso, una manera de uniformar al alumnado. Claro que no es la única, ni la peor. La homogeneización dentro del grupo se lleva a cabo por medios más sutiles y más efectivos: la estricta separación por edades y, sobre todo, la determinación de un mismo tipo de conocimientos y un mismo ritmo de progreso para todos. En esa obsesión por estandarizarnos y que nadie se salga de los parámetros establecidos (que nadie sea demasiado hablador o demasiado poco, demasiado sociable o demasiado solitario, demasiado listo o demasiado tonto), ¿no será frecuente confundir las desviaciones naturales de la media con enfermedades, con conductas indeseables, con "problemas"?
 
·      Esto es lo que vales. Las notas. La pesadilla de Zipi y Zape y tantos chavales con peinados menos extravagantes. La medida del logro del alumno, la regla para evaluar el complimiento de los objetivos. La ETIQUETA que te dice quién eres. Pretencioso, ¿no?, teniendo en cuenta los criterios tan limitados en base a los cuales se juzga. Hipócrita, también, porque se erige como paradigma de la objetividad, cuando sabemos que la valoración depende de factores tan subjetivos (entre otros, los relativos a la persona que la realiza). Alarmante.

·      ¡Fiiiiiiiiiirmes! Horarios estrictos, timbres, reglas que hay cumplir, el ADULTO QUE SABE frente al niño que necesita todo el tiempo que le ordenen, que le digan lo que le conviene y lo que tiene que hacer. Todo ello conduce al encorsetamiento, al control social, a la aniquilación de la creatividad. El docu plantea una elocuente pregunta:  ¿Por qué reprimir la espontaneidad del niño y la rebeldía del joven, si son su manera de expresar "sus necesidades humanas internas buscando desarrollarse"?
 

·      "Nadie educa para la paz". Qué verdad tan desoladora... Y uno de los puntos más difíciles de admitir. Podemos alegar, convencidísimos, que en los colegios y las universidades se nos habla de valores. A mí desde luego me dijeron que debía ser generosa, buena, caritativa, no envidiosa, valiente. El problema, claro, es que en el fondo el mensaje que se me grabó a fuego fue el de sacar codos y llegar la primera. No culpabilizo a nadie en concreto, estoy segura de que el discurso personal de muchos profes y de mucha gente con la que me he topado iba en otra línea; pero la realidad es que tanto la sociedad en general como el sistema educativo en particular se preocuparon por infundirme la idea de COMPETITIVIDAD. Y por convencerme de que era algo bueno. No lo es. No tiene nada que ver con la superación y el crecimiento. Crea presión, desasosiego, desconfianza y angustia. Nos enemista y nos aleja. No nos hace mejores, ni mucho menos felices. Bajo el espejismo del esfuerzo y la persecución del éxito, hace que nos destruyamos entre nosotros y a nosotros mismos.
 

·      Parking de niños. Los padres no tienen tiempo. Los padres tienen que trabajar, que encargarse de cosas importantes. Menos mal que existen guarderías y escuelas y multitud de opciones extraescolares para tener a los niños vigilados y ocupados. Y menos mal que hay abuelos para los meses de verano, y/o cursos de idiomas, campamentos... Menos mal. ¿Cómo si no iba uno a arreglárselas? Imagínate, ¡colgado con un hijo todo el día!
"Es triste que apartemos a los niños", dicen en la peli. "Separar tan pronto a los niños de sus padres es absurdo", dicen. Y también que "criar a un niño es un regalo".  Que "es hermoso criar a un hijo, por todo lo misterioso, porque la oportunidad para crecer es inmensa".
La verdad, estoy por creerles.

·      "El peso de la expectativas ajenas". ¿Qué se quiere de mí? ¿Que tenga un título determinado? ¿Que sea de una determinada manera? ¿Y quién lo quiere? ¿Importa lo que yo quiero? ¿Y cómo puedo saber qué es lo que quiero? ¿Cómo puedo saber quién soy? Me encanta una escena de la historia de ficción del docu. Hay dos profesores hablando con una alumna, convenciéndola de que tiene que esforzarse, porque, ¿acaso no quiere ser alguien en la vida? A lo que ella responde, escandalizada: "¡¡¡Es que yo ya soy alguien en la vida!!!". Pues eso.
 

·      El MIEDO como barrera. En fin, el archiconocido mecanismo de control que impide que salgamos del paradigma. Que planteemos las cosas de otro modo. Que nos atrevamos al cambio. Quizás si sacáramos la cabecita fuera del marco de ese paradigma, veríamos que no nos pasa absolutamente nada. Nada malo, al menos. A lo mejor sí que pasan cosas, cosas que asustan un poco pero que no hacen daño, sino que nos ayudan a crecer, a ser mejores personas. ¡A ser más felices! A lo mejor.

·      El absurdo por inercia. Vamos, que teniendo en cuenta todo lo anterior, parece interesante comenzar a cuestionarse el status quo. Dejar de hacer las cosas porque, fíjate tú, así es como se han hecho siempre. ¿No?

LO QUE MÁS IMPORTA:

·      El AMOR. Es algo que me ha gustado mucho. Toda la peli es un alegato a favor del amor. Me ha parecido brutal y escandaloso. Aham, escandaloso.
Efectivamente, porque el amor no vale una mierda. Está muy bien para aderezar las fantasías románticas de las niñas. Es incluso aceptable que lo demuestre una madre. Pero, por lo demás, es algo denostado por la sociedad, considerado incluso vergonzoso. El éxito se mide por otros parámetros. Una persona seria, una persona importante, no puede hablar de amor, y mucho menos hacer patente su necesidad de amar y ser amada, por encima de cualquier otra necesidad. No puede, porque entonces ya no sería ni seria ni importante.
Hemos relegado el amor a un ámbito doméstico, discreto, secreto. Y esta peli quiere sacarlo, exhibirlo, ponerlo en primer lugar. Así de obsceno. Así de contundente. Así de necesario.
"Sólo hay un adulto equilibrado cuando de pequeño siente que le han tenido cariño, que le han tenido paciencia." ¡Cómo me recuerda esto a Max y a sus monstruos!

·      La FELICIDAD. Otra perogrullada que no es tal. Totalmente en la línea de lo anterior, un entrevistado dice: "Intentar que las personas sean felices es la idea más revolucionaria que existe."

·      La CREATIVIDAD y la IMAGINACIÓN. "Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas." Esto lo dijo Paulo Freire y es una cita del docu. También se insiste en que el aprendizaje debe estar fundado en el interés, la voluntad y la curiosidad. En la idea del juego y lo lúdico frente al tedio. En contemplar el error y la equivocación no como un fracaso, sino como parte del proceso de aprendizaje. ¿Ya sabéis quién se emperró también en transmitir esto mismo?
 

·      La DIVERSIDAD. Es que somos diferentes. De hecho, se podría que somos iguales en el hecho de que todos somos diferentes. Me siento agradecida por este hecho, lo veo como algo muy enriquecedor. Y me parece muy sabia la actitud de reconocer nuestra diversidad y preservarla. Es la única manera de fomentar el verdadero respeto, la empatía que nos acercará a todas las realidades que nos son ajenas y que nos irá completando. Y también la única manera de construirnos con autenticidad, con garantías de que cada uno de nosotros será también respetado en su unicidad. Por eso veo tan importante abandonar las pretensiones de homogeneización en la educación de las que hablaba antes.

·      La LIBERTAD. Me gusta cómo plantean en la peli la cuestión del orden ante la falta de autoridad. Otro argumento que he escuchado hasta la saciedad tira del miedo al desorden y el caos. Es una respuesta bastante inmediata: uno plantea la posibilidad de romper jerarquías, otorgar libertades, anular autoridades... y enseguida otro salta dibujando un escenario poco menos que apocalíptico. En realidad, es una actitud comprensible. Pero fundada en la desinformación (y sí, en el eficaz control social ejercido por el miedo). Algunas intervenciones del docu comentan que en experiencias educativas en las que no rige el control y la autoridad, los niños son perfectamente capaces de respetarse. Entienden que su libertad termina allá donde empiezan a molestar a otro. Comprenden que existe ese límite, y están más que dispuestos a mantenerlo, porque ellos mismos han sido partícipes de la construcción de las reglas básicas de convivencia. Yo lo veo claro: no se trata de abolir toda norma, de dejarse llevar por el instinto. Siempre me ha parecido muy acertada la idea del contrato social y blablabla. Lo que no tiene sentido es obedecer a ciegas, sin plantearse nada. Negar sistemáticamente la capacidad de decisión a los niños, y pretender convertirlos en soldados dóciles y bien adiestrados. Para que perpetúen ese comportamiento a lo largo de su vida. Para convertirnos a todos en obedientes temerosos y acríticos.
 
·      La AUTONOMÍA. Profundizando en la idea de antes, un entrevistado señala la importancia de atreverse a  cuestionar la autoridad que viene de hecho. Salir de la rueda absurda del "porque así son las cosas" o "porque me lo dice quien sabe de verdad". Dicen también: "Que cada uno aprenda a ser artífice de su propio destino. Que cada uno decida." Y que "sólo siendo respetado en tu autonomía puedes saber qué quieres." Y plantean esta pregunta: ¿Queremos educar a las personas para que puedan adaptarse a la dura realidad, o para que tengan una mirada crítica y puedan influir en su entorno?

·      "Respeten a los niños". En definitiva, se trata de eso. De dar valor a los niños y los jóvenes. De compartir con ellos la tarea de organizarnos, de vivir, de educarnos, de crecer. De respetarnos.

"Hay una sola cosa que realmente es importante: el amor que nosotros les podemos dar a los niños. Si queremos una sociedad diferente, lo único que tenemos que hacer es amar a los niños, y que ellos aprendan a amar a otros. El conocimiento vendrá solo."

sábado, 11 de agosto de 2012

¡Otra página! Y dos reseñas

Nada, oye, que ha sido descubrir cómo hacer páginas en el blog y ponerme súper hacendosa... Todavía sin salir de la cutrez en cuanto al diseño y demás, pero todo se andará.

Pues eso, que he creado una nueva página para, con todo mi descaro, ir colgando trabajos, tareítas y demás que he ido haciendo y que voy a airear. Porque sí, porque me da la gana.
Hoy dejo dos reseñas, muy poco orginales en cuanto a la selección de los títulos, y tampoco muy espléndidas en cuanto a la novedad del contenido. Vamos, que poco se podrá añadir a lo que ya se ha dicho sobre Donde viven los monstruos y Paulina; pero igual, yo también dije y comparto.
 
  • Donde viven los monstruos, de Maurice Sendak 
Max se ha puesto su traje de lobo y se está portando mal; tanto, que su madre se enfada con él, le llama “monstruo” y le manda a su cuarto sin cenar. Allí las paredes desaparecen, el tiempo y el espacio se transforman, y Max emprende un viaje hacia el lugar donde viven los monstruos…
El texto y las ilustraciones de Maurice Sendak se integran magistralmente para hacer partícipe al lector de un viaje de ida y vuelta a la imaginación de Max, que experimenta un conflicto emocional: rabia, enfado, miedo. El país de los monstruos es, pues, su fantasía para conseguir canalizar esos sentimientos. El elemento fantástico se introduce de manera natural y directa por parte del texto, que con un estilo sencillo y en ocasiones poético no resalta distinción alguna entre la realidad y la imaginación del niño. Sin embargo, el cuidado diseño de la obra sí marca esta entrada progresiva en el mundo interior de Max: las ilustraciones van aumentando de tamaño y colorido hasta que desaparece el texto, y varias ilustraciones a doble página, ricas en detalles, lo abarcan todo. Es la “juerga monstruo”, el momento culminante de la fantasía de Max. Después, el niño decide volver a “donde alguien le quisiera más que a nadie”, y el proceso se invierte. En la última ilustración, Max ya se ha retirado la capucha del disfraz de lobo y su cuarto vuelve a ser su cuarto. El texto que la acompaña nos aclara que “su cena le estaba esperando”, pero aún hay una sorpresa final, pues al dar la vuelta a la página, encontramos una frase solitaria: “y todavía estaba caliente”.
Además de introducir la idea del valor catártico de la fantasía, el cuento muestra un protagonista “salvaje”, que se enfada y grita cosas desagradables a su madre. Y a pesar de ello, su cena le espera, todavía caliente. A pesar de ser un monstruo, hay alguien que le quiere, que le perdona, que le espera a que recupere la serenidad y el equilibro. Un mensaje muy tranquilizador para los niños (para todos). Pero pocas veces divulgado. 


  • Paulina, de Ana María Matute
Paulina echa la vista atrás para relatarnos la historia de su llegada a la casa de sus abuelos cuando tenía diez años (con la idea de recuperarse de una enfermedad) y de todo lo que allí vivió. Al más puro estilo Heidi, la niña deja un ambiente urbano para experimentar las delicias de lo rural, y pasa de la tutela de una tía seca y estricta al cariño de los abuelos y a la amistad de la gente que conocerá en su nuevo hogar, en especial de Nin, un niño ciego. Paulina contagiará además a los adultos su bondad y simpatía, logrando así transformar su entorno.
Narrado en primera persona por el personaje que da título al libro, Ana María Matute emplea un discurso espontáneo, ingenuo, muy cercano al lenguaje del niño tanto en léxico como en los recursos expresivos, si bien evoca igualmente sentimientos y sensaciones con resonancias casi poéticas. La obra es una tierna defensa de la inocencia infantil y de su poder transformador en los adultos, así como un alegato en favor de la búsqueda de la felicidad a través de las pequeñas cosas, sencillas y puras. 

jueves, 9 de agosto de 2012

¿Y tú cuántos?

El blog Letras y Escenas está últimamente de lo más activo, y hoy me encontrado con esta pedazo de entrada. Obviamente, no me he podido resistir. Mi post inaugural estuvo dedicado a esta chica Gilmore que ha generado el reto que ahora se propone.

Éstos son los libros que Rory leyó en los 7 años que duraron las temporadas del show Gilmore Girls, y en negrita van los que yo me he leído (vean la entrada previamente "enlazada" para conocer más datos de otros devora-tintas):

  1. 1984, de George Orwell
  2. Las aventuras de Huckleberry Finn, de Mark Twain
  3. Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll
  4. Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay, de Michael Chabon
  5. An American Tragedy, de Theodore Dreiser
  6. Las cenizas de Ángela, de Frank McCourt
  7. Anna Karenina, de León Tolstoi
  8. El diario de Ana Frank, de Ana Frank
  9. Archidamian War, de Donald Kagan
  10. El arte de la novela, de Henry James
  11. El arte de la guerra, de Sun Tzu
  12. Mientras agonizo, de William Faulkner
  13. Expiación, de Ian McEwan
  14. Autobiography of a Face, de Lucy Grealy
  15. El despertar, de Kate Chopin
  16. Babe, el cerdito valiente, de Dick King-Smith
  17. Backlash: The Undeclared War Against American Women, de Susan Faludi
  18. Balzac y la joven costurera china, de Dai Sijie
  19. Bel Canto, de Ann Patchett
  20. La campana de cristal, de Sylvia Plath
  21. Beloved, de Toni Morrison
  22. Beowulf: A New Verse Translation, de Seamus Heaney
  23. Bhágavad-guitá
  24. The Bielski Brothers: The True Story of Three Men Who Defied the Nazis, Built a Village in the Forest, and Saved 1,200 Jews, de Peter Duffy
  25. Bitch in Praise of Difficult Women, de Elizabeth Wurtzel
  26. A Bolt from the Blue and Other Essays, de Mary McCarthy
  27. Un mundo feliz, de Aldous Huxley
  28. Brick Lane, de Monica Ali
  29. Bridgadoon, de Alan Jay Lerner
  30. Cándido o el optimismo, de Voltaire
  31. Los cuentos de Canterbury, de Chaucer
  32. Carrie, de Stephen King
  33. Trampa-22, de Joseph Heller
  34. El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger
  35. Charlotte’s Web, de E. B. White
  36. La calumnia, de Lillian Hellman
  37. Christine, de Stephen King
  38. Canción de Navidad, de Charles Dickens
  39. La naranja mecánica, de Anthony Burgess
  40. El código de los Woosters, de P. G. Wodehouse
  41. The Collected Short Stories, de Eudora Welty
  42. The Collected Stories of Eudora Welty, de Eudora Welty
  43. La comedia de las equivocaciones, de William Shakespeare
  44. Obras completas, de Dawn Powell
  45. The Complete Poems, de Anne Sexton
  46. Complete Stories, de Dorothy Parker
  47. La conjura de los necios, de John Kennedy Toole
  48. El conde de Monte Cristo, de Alejandro Dumas
  49. La prima Bette, de Honoré de Balzac
  50. Crimen y castigo, de Fiódor Dostoievski
  51. Pétalo carmesí, flor blanca, de Michel Faber
  52. El crisol, de Arthur Miller
  53. Cujo, de Stephen King
  54. El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon
  55. Hija de la fortuna, de Isabel Allende
  56. David and Lisa, de Theodore Issac Rubin
  57. David Copperfield, de Charles Dickens
  58. El código Da Vinci, de Dan Brown
  59. Almas muertas, de Nikolai Gogol
  60. Los endemoniados, de Fiódor Dostoievski
  61. Muerte de un viajante, de Arthur Miller
  62. Deenie, de Judy Blume
  63. The Devil in the White City: Murder, Magic, and Madness at the Fair that Changed America, de Erik Larson
  64. The Dirt: Confessions of the World’s Most Notorious Rock Band, de Tommy Lee, Vince Neil, Mick Mars y Nikki Sixx
  65. La divina comedia, de Dante Alighieri
  66. The Divine Secrets of the Ya-Ya Sisterhood, de Rebecca Wells
  67. El Quijote, de Cervantes
  68. Paseando a Miss Daisy, de Alfred Uhrv
  69. El extraño caso del doctor Jeckyll y el señor Hyde, de Robert Louis Stevenson
  70. Edgar Allan Poe: Complete Tales & Poems, de Edgar Allan Poe
  71. Eleanor Roosevelt, de Blanche Wiesen Cook
  72. Ponche de ácido lisérgico, de Tom Wolfe
  73. Ella Minnow Pea: A Novel in Letters, de Mark Dunn
  74. Eloise, de Kay Thompson
  75. Emily the Strange: perdida, siniestra y aburrida, de Rob Reger
  76. Emma, de Jane Austen
  77. Empire Falls, de Richard Russo
  78. Encyclopedia Brown: Boy Detective, de Donald J. Sobol
  79. Ethan Frome, de Edith Wharton
  80. Ética, de Spinoza
  81. Europe through the Back Door, 2003, de Rick Steves
  82. Eva Luna, de Isabel Allende
  83. Todo está iluminado, de Jonathan Safran Foer
  84. Extravagance, de Gary Krist
  85. Fahrenheit 451, de Ray Bradbury
  86. Fahrenheit 9/11, de Michael Moore
  87. The Fall of the Athenian Empire, de Donald Kagan
  88. Fat Land: How Americans Became the Fattest People in the World, de Greg Critser
  89. Miedo y asco en Las Vegas, de Hunter S. Thompson
  90. La comunidad del anillo (El Señor de los Anillos), de J. R. R. Tolkien
  91. Fiddler on the Roof, de Joseph Stein
  92. Las cinco personas que encontrarás en el cielo, de Mitch Albom
  93. Finnegan’s Wake, de James Joyce
  94. Fletch, de Gregory McDonald
  95. Flores para Algernon, de Daniel Keyes
  96. The Fortress of Solitude, de Jonathan Lethem
  97. El manantial, de Ayn Rand
  98. Frankenstein, de Mary Shelley
  99. Franny y Zooey, de J. D. Salinger
  100. Freaky Friday, de Mary Rodgers
  101. Galápagos, de Kurt Vonnegut
  102. El género en disputa, de Judith Butler
  103. George W. Bushism: The Slate Book of the Accidental Wit and Wisdom of our 43rd President, de Jacob Weisberg
  104. Gidget, de Fredrick Kohner
  105. Inocencia interrumpida, de Susanna Kaysen
  106. Los Evangelios gnósticos, de Elaine Pagels
  107. El padrino, de Mario Puzo
  108. El dios de las pequeñas cosas, de Arundhati Roy
  109. Ricitos de oro y los tres ositos, de Alvin Granowsky
  110. Lo que el viento se llevó, de Margaret Mitchell
  111. El buen soldado, de Ford Maddox Ford
  112. The Gospel According to Judy Bloom
  113. El graduado, de Charles Webb
  114. Las uvas de la ira, de John Steinbeck
  115. El gran Gatsby, de F. Scott Fitzgerald
  116. Grandes esperanzas, de Charles Dickens
  117. El grupo, de Mary McCarthy
  118. Hamlet, de William Shakespeare
  119. Harry Potter y el cáliz de fuego, de J. K. Rowling
  120. Harry Potter y la piedra filosofal, de J. K. Rowling
  121. A Heartbreaking Work of Staggering Genius, de Dave Eggers
  122. El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad
  123. Helter Skelter: The True Story of the Manson Murders, de Vincent Bugliosi y Curt Gentry
  124. Enrique IV (I parte), de William Shakespeare
  125. Enrique IV (II parte), de William Shakespeare
  126. Enrique V, de William Shakespeare
  127. Alta fidelidad, de Nick Hornby
  128. The History of the Decline and Fall of the Roman Empire, de Edward Gibbon
  129. Holidays on Ice: Stories, de David Sedaris
  130. The Holy Barbarians, de Lawrence Lipton
  131. House of Sand and Fog, de Andre Dubus III
  132. La casa de los espíritus, de Isabel Allende
  133. How to Breathe Underwater, de Julie Orringer
  134. Cómo el Grinch robó la Navidad, de Dr. Seuss
  135. How the Light Gets in, de M. J. Hyland
  136. Aullido, de Allen Gingsburg
  137. El jorobado de Notredame, de Victor Hugo
  138. La Ilíada, de Homero
  139. I’m with the Band, de Pamela des Barres
  140. A sangre fría, de Truman Capote
  141. Heredarás el viento, de Jerome Lawrence y Robert E. Lee
  142. Iron Weed, de William J. Kennedy
  143. Es labor de todos, de Hillary Clinton
  144. Jane Eyre, de Charlotte Brontë
  145. El club de la buena estrella, de Amy Tan
  146. Julio César, de William Shakespeare
  147. La célebre rana saltarina, de Mark Twain
  148. La jungla, de Upton Sinclair
  149. Just a Couple of Days, de Tony Vigorito
  150. The Kitchen Boy: A Novel of the Last Tsar, de Robert Alexander
  151. Kitchen Confidential: Adventures in the Culinary Underbelly, de Anthony Bourdain
  152. Cometas en el cielo, de Khaled Hosseini
  153. El amante de Lady Chaterley, de D. H. Lawrence
  154. The Last Empire: Essays 1992-2000, de Gore Vidal
  155. Hojas de hierba, de Walt Whitman
  156. La leyenda de Bagger Vance, de Steven Pressfield
  157. Menos que cero, de Bret Easton Ellis
  158. Cartas a un joven poeta, de Rainer Maria Rilke
  159. Lies and the Lying Liars Who Tell Them, de Al Franken
  160. Vida de Pi, de Yann Martel
  161. La pequeña Dorrit, de Charles Dickens
  162. The Little Locksmith, de Katharine Butler Hathaway
  163. La pequeña cerillera, de Hans Christian Andersen
  164. Mujercitas, de Louisa May Alcott
  165. Historia viva, de Hillary Rodham Clinton
  166. El señor de las moscas, de William Golding
  167. The Lottery: And Other Stories, de Shirley Jackson
  168. Desde mi cielo, de Alice Sebold
  169. Love Story, de Erich Segal
  170. Macbeth, de William Shakespeare
  171. Madame Bovary, de Gustave Flaubert
  172. Mantícora, de Robertson Davies
  173. Marathon Man, de William Goldman
  174. El maestro y Margarita, de Mikhail Bulgakov
  175. Memorias de una joven formal, de Simone de Beauvoir
  176. Memoirs of General W. T. Sherman, de William Tecumseh Sherman
  177. Me Talk Pretty One Day, de David Sedaris
  178. The Meaning of Consuelo, de Judith Ortiz Cofer
  179. Mencken’s Chrestomathy, de H. R. Mencken
  180. Las alegres comadres de Windsor, de William Shakespeare
  181. La metamorfosis, de Franz Kafka
  182. Middlesex, de Jeffrey Eugenides
  183. El milagro de Ana Sullivan, de William Gibson
  184. Moby Dick, de Herman Melville
  185. The Mojo Collection: The Ultimate Music Companion, de Jim Irvin
  186. Moliere: A Biography, de Hobart Chatfield Taylor
  187. A Monetary History of the United States, de Milton Friedman
  188. Monsieur Proust, de Celeste Albaret
  189. A Month Of Sundays: Searching For The Spirit And My Sister, de Julie Mars
  190. París era una fiesta, de Ernest Hemingway
  191. La señora Dalloway, de Virginia Woolf
  192. Motín a bordo, de Charles Nordhoff y James Norman Hall
  193. My Lai 4: A Report on the Massacre and It’s Aftermath, de Seymour M. Hersh
  194. My Life as Author and Editor, de H. R. Mencken
  195. Mi vida en naranja: creciendo con el gurú, de Tim Guest
  196. Myra Waldo’s Travel and Motoring Guide to Europe, 1978, de Myra Waldo
  197. My Sister’s Keeper, de Jodi Picoult
  198. The Naked and the Dead, de Norman Mailer
  199. El nombre de la rosa, de Umberto Eco
  200. El buen nombre, de Jhumpa Lahiri
  201. The Nanny Diaries, de Emma McLaughlin
  202. Nervous System: Or Losing My Mind in Literature, de Jan Lars Jensen
  203. Nuevos poemas de Emily Dickinson, de Emily Dickinson
  204. Cómo funcionan las cosas, de David Macaulay
  205. Nickel and Dimed, de Barbara Ehrenreich
  206. La noche, de Elie Wiesel
  207. La abadía de Northanger, de Jane Austen
  208. The Norton Anthology of Theory and Criticism, de William E. Cain et al
  209. Novels 1930-1942: Dance Night/Come Back to Sorrento, Turn, Magic Wheel/Angels on Toast/A Time to be Born, de Dawn Powell
  210. Notes of a Dirty Old Man, de Charles Bukowski
  211. De ratones y hombres, de John Steinbeck
  212. Old School, de Tobias Wolff
  213. En el camino, de Jack Kerouac
  214. Alguien voló sobre el nido del cuco, de Ken Kesey
  215. Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez
  216. The Opposite of Fate: Memories of a Writing Life, de Amy Tan
  217. La noche del oráculo, de Paul Auster
  218. Oryx y Crake, de Margaret Atwood
  219. Otelo, de Shakespeare
  220. Nuestro común amigo, de Charles Dickens
  221. The Outbreak of the Peloponnesian War, de Donald Kagan
  222. Memorias de África, de Isak Dinesen
  223. The Outsiders, de S. E. Hinton
  224. A Passage to India, de E. M. Forster
  225. The Peace of Nicias and the Sicilian Expedition, de Donald Kagan
  226. Las ventajas de ser un marginado, de Stephen Chbosky
  227. Peyton Place, de Grace Metalious
  228. El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde
  229. Pigs at the Trough, de Arianna Huffington
  230. Pinocchio, de Carlo Collodi
  231. Please Kill Me: The Uncensored Oral History of Punk Legs McNeil and Gillian McCain
  232. The Polysyllabic Spree, de Nick Hornby
  233. The Portable Dorothy Parker, de Dorothy Parker
  234. The Portable Nietzche, de Fredrich Nietzche
  235. The Price of Loyalty: George W. Bush, the White House, and the Education of Paul O’Neill, de Ron Suskind
  236. Orgullo y prejuicio, de Jane Austen
  237. Property, de Valerie Martin
  238. Pushkin: A Biography, de T. J. Binyon
  239. Pigmalión, de George Bernard Shaw
  240. Quattrocento, de James Mckean
  241. A Quiet Storm, de Rachel Howzell Hall
  242. Rapunzel, de los hermanos Grimm
  243. El cuervo, de Edgar Allan Poe
  244. El filo de la navaja, de W. Somerset Maugham
  245. Reading Lolita in Tehran: A Memoir in Books, de Azar Nafisi
  246. Rebecca, de Daphne du Maurier
  247. Rebecca of Sunnybrook Farm, de Kate Douglas Wiggin
  248. The Red Tent, de Anita Diamant
  249. Rescuing Patty Hearst: Memories From a Decade Gone Mad, de Virginia Holman
  250. El retorno del rey (El Señor de los Anillos), de J. R. R. Tolkien
  251. R Is for Ricochet, de Sue Grafton
  252. Rita Hayworth, de Stephen King
  253. Robert’s Rules of Order, de Henry Robert
  254. Roman Holiday, de Edith Wharton
  255. Romeo y Julieta, de William Shakespeare
  256. Un cuarto propio, de Virginia Woolf
  257. Una habitación con vistas, de E. M. Forster.
  258. Rosemary’s Baby, de Ira Levin.
  259. The Rough Guide to Europe, 2003 Edition
  260. Sacred Time, de Ursula Hegi
  261. Santuario, de William Faulkner
  262. Savage Beauty: The Life of Edna St. Vincent Millay, de Nancy Milford
  263. Say Goodbye to Daisy Miller, de Henry James
  264. The Scarecrow of Oz, de Frank L. Baum
  265. La letra escarlata, de Nathaniel Hawthorne
  266. Seabiscuit: An American Legend, de Laura Hillenbrand
  267. El segundo sexo, de Simone de Beauvoir
  268. La vida secreta de las abejas, de Sue Monk Kidd
  269. Secrets of the Flesh: A Life of Colette, de Judith Thurman
  270. Selected Hotels of Europe
  271. Selected Letters of Dawn Powell: 1913-1965, de Dawn Powell
  272. Sentido y sensibilidad, de Jane Austen
  273. A Separate Peace, de John Knowles
  274. Algunas biografías de Winston Churchill
  275. Sexus, de Henry Miller
  276. La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón
  277. Shane, de Jack Shaefer
  278. El resplandor, de Stephen King
  279. Siddhartha, de Hermann Hesse
  280. S Is for Silence, de Sue Grafton
  281. Matadero cinco, de Kurt Vonnegut
  282. Small Island, de Andrea Levy
  283. Las nieves del Kilimanjaro, de Ernest Hemingway
  284. Blancanieves y Rosarroja, de los hermanos Grimm
  285. Social Origins of Dictatorship and Democracy: Lord and Peasant in the Making of the Modern World, de Barrington Moore
  286. Los nombres de la canción, de Norman Lebrecht
  287. Song of the Simple Truth: The Complete Poems of Julia de Burgos, de Julia de Burgos
  288. The Song Reader, de Lisa Tucker
  289. Songbook, de Nick Hornby
  290. Sonetos, de William Shakespeare
  291. Sonnets from the Portuguese, de Elizabeth Barrett Browning
  292. La decisión de Sophie, de William Styron
  293. El ruido y la furia, de William Faulkner
  294. Speak, Memory, de Vladimir Nabokov
  295. Stiff: The Curious Lives of Human Cadavers, de Mary Roach
  296. The Story of My Life, de Helen Keller
  297. Un tranvía llamado deseo, de Tennessee Williams
  298. Stuart Little, de E. B. White
  299. Fiesta, de Ernest Hemingway
  300. Por el camino de Swann, de Marcel Proust
  301. Swimming with Giants: My Encounters with Whales, Dolphins and Seals, de Anne Collett
  302. Sybil, de Flora Rheta Schreiber
  303. Historia de dos ciudades, de Charles Dickens
  304. Suave es la noche, de F. Scott Fitzgerald
  305. La fuerza del cariño, de Larry McMurtry
  306. Ahora y siempre, de Jack Finney
  307. La mujer del viajero en el tiempo, de Audrey Niffenegger
  308. Tener y no tener, de Ernest Hemingway
  309. Matar un ruiseñor, de Harper Lee
  310. Ricardo III, de William Shakespeare
  311. A Tree Grows in Brooklyn, de Betty Smith
  312. El proceso, de Franz Kafka
  313. The True and Outstanding Adventures of the Hunt Sisters, de Elisabeth Robinson
  314. Truth & Beauty: A Friendship, de Ann Patchett
  315. Martes con mi viejo profesor, de Mitch Albom
  316. Ulises, de James Joyce
  317. The Unabridged Journals of Sylvia Plath 1950-1962, de Sylvia Plath
  318. La cabaña del tío Tom, de Harriet Beecher Stowe
  319. Unless, de Carol Shields
  320. Valley of the Dolls, de Jacqueline Susann
  321. The Vanishing Newspaper, de Philip Meyers
  322. Vanity Fair, de William Makepeace Thackeray
  323. Velvet Underground’s The Velvet Underground and Nico (Thirty Three and a Third series), de Joe Harvard
  324. Las vírgenes suicidas, de Jeffrey Eugenides
  325. Esperando a Godot, de Samuel Beckett
  326. Walden, de Henry David Thoreau
  327. Walt Disney’s Bambi, de Felix Salten
  328. Guerra y paz, de León Tolstoi
  329. We Owe You Nothing – Punk Planet: The Collected Interviews, editado por Daniel Sinker
  330. What Colour is Your Parachute?, de Richard Nelson Bolles
  331. ¿Qué fue de Baby Jane?, de Henry Farrell
  332. Cuando el emperador era divino, de Julie Otsuka
  333. ¿Quién se ha llevado mi queso?, de Spencer Johnson
  334. Quién teme a Virginia Woolf, de Edward Albee
  335. Wicked: memorias de una bruja mala, de Gregory Maguire
  336. El mago de Oz, de Frank L. Baum
  337. Cumbres borrascosas, de Emily Brontë
  338. The Yearling, de Marjorie Kinnan Rawlings
  339. El año del pensamiento mágico, de Joan Didion
  340. Sueño de una noche de verano, de William Shakespeare