miércoles, 21 de septiembre de 2011

Irati, o el milagro del fan fiction

No me atrevo. No quiero. Me resisto.

Apenas un par de páginas para dar por finalizada la lectura más apasionante de este verano, y llevo 3 semanas eludiéndolo. Teniendo en cuenta el tiempo que tardé en DEVORAR de forma totalmente compulsiva el resto de las más de 500 páginas, diría que el retraso es casi de un 400% respecto al tiempo total de lectura.

El Marauders!Crack de Irati Jiménez me ha hecho vibrar de tal manera que no puedo dar carpetazo a la experiencia. Me resisto, pero sé que tiene que pasar. Terminar. Decir adios. Como los personajes, vestirme de melancolía y llorar la pérdida de la magia, de los tiempos mejores...

Se podría pensar: "toda esta cursilería para decir que te ha enganchado un fan fiction PORNO-GAY de Harry Potter".

Pues sí... pero es que claro, el M!C es mucho más que fan fiction, desde luego mucho más que lectura porno, e incluso más que Harry Potter.

Porque la alucinante capacidad de la autora ha escarbado sin piedad en lo más profundo de la psique de unos personajes apenas perfilados por Jotaká (también grande, muy grande, Jotaká) y ha creado un mosaico de emociones tan verídicas, tan intensas, tan coherentes... que página tras página me quedaba sin aliento y me maravillaba de admiración.

Y además, joder, me ha hecho reír a carcajadas. ¡Qué humor tan delicioso!

Son ocho mil millones la virtudes de este fan fiction de las que se puede hablar. Y se ha hablado largamente, vaya que sí. Porque, como siempre, llego tarde... Y me veo, de nuevo, privada de disfrutar de esta lectura en comunidad porque su momento, explosivo y rabioso, fue allá por el 2005 o así.

Pero en fin, ahora es MI MOMENTO con la historia. Y ahora es cuando puedo explicar cómo me sentí cuando Sirius y James (y no, no ésta la pareja gay) veían amanecer mientras comían bollitos en lo más alto de Hogwarts. O quizás no, porque la felicidad al ser parte de una fantasía no puedo describirla, sólo puedo sentirla. Y saborearla, y guardarla para poder regresar a ella cuando me cerquen los horrores despiadados con los que a veces tropiezo.

Yo he llegado a esta historia a través de aquí.

Hoy le diré adios, de todas formas. Y en la mesilla me espera un prometedor ejemplar de la ficción original de Irati, "Nora ez dakizun hori". Lo que son las cosas, más cercana a mí (en términos geográficos y culturales) que ningún otro autor que me haya llegado de esa manera.

La imagen la he sacado de la web www.remus-lupin.net, y la autoría es de Mary Grandpré.

2 comentarios:

  1. Bien. Bien. Estoy igual que tu. Me perdí la verdadera explosión del Crack en su momento, y hace sólo un par de meses lo leí. No me duró ni tres días. Y lo mismo, un día entero eludiendo leer el final. Pero me armé con un paquete de pañuelos y a llorar se dijo. Porque esta historia te llega al alma, y se queda allí para siempre, no te deja vivir sin ella. Y, por Merlín, que amo a Sirius y a Remus. Ya tenía experiencia en todo esto del slash, pero este es el mejor que he leído. Y tú, simplemente por amar al Marauder Crack como yo, me caes bien. Un gran saludo, compañera.

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  2. No sabes la ilusión que me hace tu comentario. Es muy duro vivir un frikismo en solitario (jeje).

    Yo no había leído slash hasta este fic, y me da un poco de vergüenza admitir que era lo que me desanimaba a lanzarme con él, porque me gusta mucho cómo escribe Irati, pero pensaba que el rollo entre Sirius y Remus se me iba a hacer incongruente. Nada que ver, claro. Es que todo encaja (aham, interpretable a todos los niveles) con una perfección asombrosa. Y lo que dices, estos personajes se te pegan y no te sueltan.

    Otro saludo ¡entusiasmado!

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